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El Euroridículo: 5 momentos clave de las preselecciones españolas para Eurovisión


Hablar de las preselecciones españolas en Eurovisión es hablar, ante todo, de Eurodrama, un concepto tan patrio como la siesta o el cubata servido en vaso de tubo. Es hablar de oportunidades perdidas, de lo que nunca pudo ser; de situaciones inverosímiles, sonrojantes y surrealistas que se dan -con cierta regularidad, además- en la televisión pública de lo que parece ser un país desarrollado.

Cada cierto tiempo RTVE nos da la oportunidad de experimentar ese placer culpable que es la verguenza ajena, demostrándonos a los aficionados patrios de Eurovisión y a los incrédulos espectadores extranjeros, que cuando toca elegir representante, en España se domina la técnica del "más difícil todavía". Si la idea en Eurovisión es demostrar que España es una potencia musical exportable, los 5 ejemplos de este artículo lo ponen en duda.

 

2008 - ¿El Chiki chiki mola mogollón?

En serio, hacer venir a la Carrá para esto.

En 2008 TVE pone en marcha “Salvemos Eurovisión”, capitaneado por Raffaella Carrá. El propósito es no sólo poner en valor la industria musical española, sino reforzar la marca de Eurovisión en España, muy degradada tras los fiascos de Son de Sol, las Ketchup y D’Nash. Eran los años oscuros del 100% televoto, del más es más, de las actuaciones vistosas y recargadas (bailarinas que salen de pianos).

Entre los 537 candidatos que se presentaron a la pre entró David Fernández, actor y humorista habitual de Buenafuente, que encarnaba al personaje de Rodolfo Chikilicuatre, una parodia de la cultura del reggaetton. Lo hacía junto a las también humoristas Alejandra Jiménez Gascón y Silvia Abril, actual esposa de Andreu Buenafuente. Desde el principio su participación captó la atención de los telespectadores y de plataformas como el ya incipiente Forocoches, que se propusieron aupar la propuesta para representar a España.

Es innegable que el público en masa llevó a Chikilicuatre hasta la victoria. El propio David Fernández explicó en una entrevista que estaba convencido de que no iban a elegirle a él: “Cuando llegué a la final pensé que el jurado no permitiría que fuera ese payaso… pero ese año elegía el público y tuve el 80 % de los votos. Abrumador”.

Así, Chikilicuatre ganaba "Salvemos Eurovisión" el 8 de marzo, para el asombro de sí mismo, de los eurofans, y de otros candidatos. "La revolución sexual", de La Casa Azul, quedaba segunda. Y Raffaella se iba de vuelta a Italia, probablemente con la sensación de que su país, en esos momentos retirado del concurso, hacía bien en no participar.

Rodolfo Chikilicuatre logró quedar en el puesto 16 en Belgrado.

 

2009 - Los Vivancos desertan

Es todavía difícil para muchos olvidar esa preselección del 2009. Lo tenía todo para funcionar: la producción se había desplazado al Casino del Poblenou, en Barcelona; presentaba Alaska, eurofan declarada; y las propuestas incorporaban de forma muy clara el componente escénico. Y es que tras lograr el triunfo con un violinista patinando, Rusia anticipaba el que sería el mayor y más caro festival nunca celebrado. La ocasión obligaba a ser visuales.

Y en ese contexto se alzan los dos bloques históricos, las dos Españas. La dicotomía entre lo clásico y lo moderno, lo viejo y lo nuevo. Por un lado, la extriunfita Soraya, que ya entonces se movía a sus anchas en el terreno del pop anglo, y proponía una canción más sueca que una albóndiga de Ikea, “La noche es para mí”.

Por otro, Melody, recordada por “El baile del Gorila” o “De pata negra”, que proponía “Amante de la Luna”, una canción pop de tintes aflamencados que interpretaba –ojo- arropada por Los Vivancos, una formación reconocida de bailaores flamencos. Lanzaron su propuesta conjunta con un videoclip de coreografía delirante -hombres semidesnudos que daban saltos hacia atrás.

Desde su lanzamiento ambas propuestas se desmarcaron del resto de contrincantes hasta convertirse en un verdadero cara a cara. Contra Melody clamaban las ya habituales voces de que lo español no triunfa en Europa, y que se pasaba de folclórica; contra Soraya se hablaba ya de “suecada” (¡ese concepto!), de “descarte del Melodifestivalen”, y de que España llegaba tarde a la moda del pop-morisco que había dado la victoria a Sertab Erener por Turquía allá por el 2000. Curiosamente, el argumentario del eurohater español no ha cambiado mucho desde entonces.

Pero lo cierto es que nadie recordará la pre de 2009 por su calidad técnica, que contrasta más si cabe con lo que se vio en Moscú meses más tarde. Los problemas de sonido fueron una constante desde el inicio de las galas, y las dimensiones y disposición del escenario (que no tuvo en cuenta la puesta en escena, o la presencia de bailarines) rozaba lo peligroso.

En un giro eurodramático sin precedentes, Los Vivancos anunciaban su retirada tras la primera gala, que habían tenido que empezar dos veces porque el micrófono de Melody no funcionaba. Los bailaores justificaron su espantada con la diplomática "no se han cumplido los requisitos técnicos y artísticos" para poder defender su candidatura "con calidad y profesionalidad", que viene a ser algo así como "no vamos a jugarnos nuestra carrera profesional con esta chapuza digna de una televisión local guatemalteca". Melody, abandonada a su suerte, tuvo que buscar nuevo cuerpo de baile e improvisar una coreografía en pocos días.

En la gala final, Soraya se imponía ante una Melody huérfana de propuesta, y pronunciaba la frase maldita de Eurovisión: "Voy a hacer algo que no se ha hecho nunca antes en el festival". Quizás por ello a Soraya no le fue muy bien en Moscú. En el certamen más imponente y caro que se recuerda, flanqueada por bailarines soviéticos de peinados imposibles, la pobre quedaba antepenúltima. No en nuestros corazones, desde luego.

 

2010 - Anne Igartiburu: "Esas cosas no se dicen"

La nueva década, y el recién estrenado sistema de 50% televoto y 50% jurado parecían anticipar cambios en el proceso español de selección. Pero nada más lejos de la realidad. TVE, que claramente había aprendido poco o nada de las experiencias anteriores, propone un formato sencillito a llevar a cabo en los estudios Buñuel de Madrid, y da el poder inicial al público, que debe elegir con sus votos por internet a los finalistas que irán a la gala final.

Y un 22 de febrero, con la ya célebre iluminación de recepción de hospital, TVE emite "Destino Eurovisión" como plataforma para seleccionar candidato, y pone toda su confianza en la todoterreno Anne Igartiburu para presentarla. Entre los 10 intérpretes elegidos por el público asoma un desconocido John Cobra, cantante valenciano amateur, neonazi, y youtuber incipiente con videos sobre peleas y coches. Pocos entendían qué hacía allí.

Y es que John Cobra se había colado en la final nacional gracias al esfuerzo colectivo de los usuarios de Forocoches ("la mayor trolleada de la historia de España", según reconoció la misma plataforma en su momento). No en vano, Forocoches ya estuvo implicado en el empujón que llevó a Chikilicuatre a Belgrado en 2008.

La de John Cobra era era una canción dedicada a su novia, una tal Carol, que le acompañó a la gala vestida de otaku. John debía estar muy enamorado de ella, porque apenas un mes antes Carol le acuchilló la pierna repetidas veces durante una pelea doméstica.

Por fortuna para todos, el jurado suponía un filtro que garantizaba que Cobra no iba a ser el elegido final (¡bien jugado ahí, TVE!). Sin embargo, él ignoraba este hecho. Después de las votaciones y tras saberse el resultado, John Cobra pilló una rabieta frente a las cámaras, con gestos despectivos y obscenos que quedarán grabados para siempre en la memoria colectiva.

"Comedme la polla" fue el mantra de la noche, que Cobra dedicó a público y jurado una y otra vez, con el micro abierto y las manos en la entrepierna. "Esas cosas no se dicen, y menos en una televisión pública", le respondía Anne, tratando de calmarle, "cariño, tranquilo".

José María Íñigo, con gesto severo, le espetaba a continuación: "Lo que has hecho hoy aquí te descalifica para siempre". Ni una palabra, eso sí, de por qué TVE había permitido que el valenciano llegase a pisar los estudios Buñuel. Nadie pidió explicaciones a la corporación ni ésta sintió necesidad de darlas. Está claro que lo de la autocrítica no se lleva en televisión española.

John Cobra sigue activo en Youtube y sus videos tienen miles de visitas.

 

2011 - Boris Izaguirre es jurado musical y elige "Que me quiten lo bailao" por su calidad

Las gaitas llegaron después. Cuando se presentó "Que me quiten lo bailao", en la gala Destino Eurovisión de 2011 en TVE, la sensación general era de desaliento. Que ese lograse ser uno de los 2 temas finalistas para Lucía Pérez, intérprete gallega elegida, fue el primer indicador de que algo no iba a ir bien esa noche.

Las galas no estuvieron exentas de incidentes, como la sonada eliminación de las Alazán. "Nos vamos molestas", decían ellas en el backstage, en referencia a los comentarios de Boris Izaguirre, inexplicable jurado de la gala, que las había comparado con Azúcar Moreno para mal. En la final cayeron los otros finalistas Auryn y Melissa; y actuaciones de Malú, Soraya y los británicos Blue amenizaron las casi 3 horas que duró el programa.

Y al final quedaron dos canciones empatadas para Lucía Pérez: "Que me quiten lo bailao" y la balada "Abrázame", preferida de la gallega. El televoto eligió la primera, y también los miembros del jurado. Sin embargo, y para satisfacer a Lucía Pérez, la presentadora Anne Igartiburu pidió a Boris Izaguirre que cambiase su voto, de forma que la gallega pudiera cantar el tema que ella quería. Todo muy profesional.

Pero Boris Izaguirre, a quién le encantaba "Que me quiten lo bailao" se negó, enzarzándose en una discusión con Reyes del Amor, también jurado -y una de las mayores expertas sobre Eurovisión que hay en España. Soledad Jiménez, otra jurado de la gala y reputada solista de Presuntos Implicados consideró que "Que me quiten lo bailao" era un tema "mejor para el festival", en un llamativo contraste con su propio catálogo de canciones.

Como no hay vídeos de la acalorada deliberación del jurado, aquí está el videoclip oficial de "Que me quiten lo bailao", que es precioso y claramente se iba a comer Europa.

Todo nuestro apoyo a Lucía Pérez porque dignificar algo así ante los 9.3 millones de espectadores de Eurovision 2011 no es nada fácil.

 

2017 - La peineta de Manel

Es imposible entender lo que pasó en 2017 sin incorporar a la ecuación un estereotipo eurovisivo muy español, el de la eterna segundona. Coral (la de "Europa me quería a mí") fue una de ellas; y luego le tocó el turno a la pobre Mirela.

La participación de Mirela en Misión Eurovisión, la pre de 2017, culminaba 10 años y 4 candidaturas tratando de representar a España en el festival. En la primera ocasión (2007) quedó segunda por detrás del grupo D'Nash, y en 2017 se repitió la historia en un contexto todavía más desafortunado.

Porque en esta ocasión Mirela arrasó en el televoto, y quedó a merced de la decisión de un jurado que con sus puntos hizo que Manel Navarro, joven catalán que apenas despuntaba en el mercado musical, empatase con ella. Los dos estaban en 58 puntos. Y la tensión podía cortarse con un cuchillo -porque a TVE no se le ocurrió nada mejor que llenar el plató de eurofans. Estos, al presenciar el empate, comenzaron a alzar la voz notablemente.

Porque la sombra del pucherazo llevaba semanas alimentando el corrillo eurofan. Se sabía, por ejemplo, que Xavi Martínez, uno de los miembros del jurado y presentador del programa de radio Lo+40, era colega de Manel, y que había hecho campaña por él desde su emisora. Cuando llegó su turno para votar el público comenzó a afilar los cuchillos. "He votado pensando en un logo, en una marca personal que en tres minutos envenene a Europa", dijo Martínez antes de darle la máxima puntuación a Manel y la mínima a Mirela. Rugidos del público.

Y entonces llegó el momento. El presentador, Jaime Cantizano, informó al respetable la forma que TVE usaría para el desempate, que consistiría nada menos que en elegir al candidato mejor puntuado por el jurado.

Y así como Cantizano pronunciaba a Manel ganador, comenzaron a oírse espectadores vociferando, se desataba el caos, y el propio Manel coronaba la velada con un corte de mangas al público que apareció en plano. Esa imagen se habría convertido en la más recordada del cantante de no ser por su legendario gallo y último puesto en Eurovisión tres meses más tarde. Misión Eurovisión terminó con el público en pie lanzando sillas, y una agresión a Xavi Martínez.

Al final lo que quedó claro es que el jurado maniobró para bloquear a Mirela y mandar a Manel, jugándose su parcialidad y la de TVE en el proceso. Por si eso fuera poco, se descubrió que la hija de Toñi Prieto, directora de entretenimiento de TVE y diana habitual de las críticas de los eurofans a España, trabajaba en la discográfica de Manel, y mantenía "una relación laboral estrecha y directa con el equipo del catalán".

Quizás por eso al día siguiente Federico Llano y Toñi Prieto evitaron, por primera vez, comparecer en la rueda de prensa posterior a la elección del candidato -una tradición anual de TVE. Y el escándalo coincidió con la petición de varios grupos políticos de explicaciones en el congreso. No sirvió de mucho. Manel quedó último en Eurovisión, Toñi Prieto sigue a cargo del festival en España, y Xavi Martínez, que tiene toda la pinta de ser una bellísima persona y de tener un corazón de oro, renegó de Manel afirmando públicamente que se arrepentía de haberlo elegido.

 

Estos cinco momentos resumen los eurodramas más recientes de nuestro país por arte y gracia de la corporación pública. Y evidencian también una realidad con la que todos los aficionados del festival tenemos que vivir cada día: la responsable de tamaños batacazos -financiados con dinero público, es reincidente, y en los últimos años se ha animado a tantear, sin pudor alguno, terrenos hasta ahora inexplorados como el pucherazo y la extorsión.

Por si fuera poco, no ha tenido aún que dar explicaciones por su trabajo ni se ha reconsiderado su continuidad. Lo primero es escandaloso, lo segundo es lo verdaderamente eurodramático.

Haz click aquí para escuchar la playlist Preselecciones españolas de Eurovision (1961-2018), con las canciones candidatas a Eurovisión por España que no fueron seleccionadas.

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